Miquiztli: Una Mirada a la Muerte Prehispánica

La Muerte en las Culturas Prehispánica
Desde tiempos inmemoriales, la muerte ha sido un tema de profunda reflexión y veneración en diversas culturas alrededor del mundo. Sin embargo, en el México prehispánico, la muerte no solo era un concepto inevitable de la existencia, sino que también tenía una rica simbología y significado cultural. En este artículo, exploraremos cómo la palabra "Miquiztli", que significa muerte, y otras relacionadas, se han entrelazado en la cosmovisión de los pueblos antiguos y su influencia en el México contemporáneo.
Miquiztli: Una Mirada a la Muerte Prehispánica
La Etimología de "Miquiztli"

"Miquiztli", palabra náhuatl, se traduce como "muerte". Esta palabra no solo se encuentra en solitario, sino que está íntimamente relacionada con otras expresiones y nombres en la lengua náhuatl. Por ejemplo, "Mictlan" se refiere al lugar de los muertos o el inframundo. De esta raíz, emergen nombres de deidades como "Mictlantecuhtli", el señor del lugar de la muerte, y "Mictecacihuatl", la señora del mismo dominio.
La muerte, en la cosmovisión prehispánica, es una entidad omnipresente, tan vital y esencial como la vida misma. Este concepto se refleja en la iconografía prehispánica, donde el cráneo humano es un símbolo recurrente. Es notable cómo este signo se encuentra entre los 20 signos de la veintena de días del calendario azteca, específicamente en la sexta posición.
La Muerte en el Calendario Azteca
El Tonalpohualli

El Tonalpohualli, o "cuenta de los días", es el calendario ritual de 260 días utilizado por varias culturas mesoamericanas, incluidos los mexicas. Este calendario está compuesto por 20 signos y 13 números, y "Miquiztli" es uno de esos 20 signos.
Miquiztli en el calendario
Miquiztli, representado por una calavera, es el sexto signo en la secuencia del Tonalpohualli. Aunque el signo está claramente asociado con la muerte, su significado va más allá de una simple terminación. Es un recordatorio del ciclo ininterrumpido de vida, muerte y renacimiento.
Aquellos nacidos bajo este signo, según las creencias mexicas, estaban destinados a tener una profunda conexión con el mundo espiritual, y se creía que poseían habilidades especiales para comunicarse con los muertos o realizar rituales relacionados con el más allá.

Es fascinante descubrir que este símbolo de la muerte no solo adorna las antiguas piedras y códices, sino que también ha dejado su huella en el presente. Por ejemplo, el cráneo está plasmado en la moneda mexicana de dos pesos. Pero más allá de la cultura azteca, la muerte es un concepto universal que se encuentra en diversas culturas. Entre los mayas, se le conoce como "Kimi", mientras que entre los zapotecas se le llama "Lana" o "Lagma".
Reflexiones Sobre la Existencia Post Mortem
La muerte es una certeza ineludible para cualquier ser vivo. Sin embargo, lo que sigue después es un misterio que ha capturado la imaginación y las reflexiones humanas durante milenios. Poetas como Nezahualcóyotl han meditado sobre esta incertidumbre, planteando preguntas sobre la naturaleza efímera de nuestra existencia y si hay algo más allá de la vida terrenal.
La mayoría de las personas, movidas por la esperanza o el miedo, eligen creer en una existencia post mortem. Esta fe se contrapone a la perspectiva de que, tras la muerte, simplemente desaparecemos en la nada.
La percepción europea de la muerte en Mesoamérica

La llegada de los europeos a Mesoamérica trajo consigo no solo una conquista territorial, sino también una colisión cultural. Una de las áreas donde estas diferencias eran más pronunciadas era en la percepción y el tratamiento de la muerte. Mientras que en Mesoamérica, especialmente entre los mexicas, la muerte era vista como parte de un ciclo natural y un paso hacia otra fase de la existencia, los europeos tenían una perspectiva muy diferente, fuertemente influenciada por sus propias creencias religiosas y culturales.
El choque cultural
Las elaboradas ceremonias y rituales asociados con la muerte en Mesoamérica, como los sacrificios y las ofrendas a las deidades del inframundo, eran prácticas completamente ajenas para los europeos. Desde su perspectiva, influenciada por la tradición judeocristiana, estas prácticas eran vistas como paganas y, en muchos casos, como actos de herejía o brujería. Para ellos, la muerte estaba estrechamente relacionada con conceptos de salvación o condenación, y la idea de celebrar o venerar a la muerte era incomprensible.

Influencias en la representación contemporánea
Aunque han pasado siglos desde la conquista, las repercusiones de este choque cultural todavía se pueden ver en la representación contemporánea de la muerte en medios como películas y series. Muchas veces, la muerte y las prácticas asociadas a ella en culturas precolombinas son retratadas como oscuras, malignas o relacionadas con la brujería, perpetuando estereotipos que se originaron con los primeros encuentros entre europeos y mesoamericanos.
Por supuesto, hay excepciones. En los últimos años, ha habido un esfuerzo por parte de algunos creadores de contenido para presentar una visión más auténtica y respetuosa de las tradiciones indígenas. Un buen ejemplo de esto es la película "Coco" de Pixar, que celebra la tradición mexicana del Día de los Muertos y destaca su enfoque en la memoria, la familia y el honor, en lugar de la tristeza o el miedo.
La Dualidad de la Vida y la Muerte en la Cosmovisión Mesoamericana

El Principio de Dualidad
En gran parte de su cosmovisión, los antiguos mesoamericanos abrazaron el principio de la dualidad: lo duro y lo suave, el frío y el calor, y por supuesto, la vida y la muerte.
El Códice Borgia y la Representación "Mariposa"
Esta dualidad se refleja, por ejemplo, en el Códice Borgia. Aquí, hay una representación que algunos denominan "mariposa", que simboliza la dualidad entre la vida y la muerte.
El Aliento Divino y la Esencia Vital
Esta dualidad está plasmada en el acto esencial y simple del respirar, o, como se referían en la antigüedad, el "aliento divino" que recibimos al nacer con nuestro primer aliento.
Ehecatl Quetzalcóatl y Mictlantecuhtli: Representantes de la Vida y la Muerte
En esta representación, por un lado, vemos a Ehecatl Quetzalcóatl, que simboliza la vida mediante el aliento vital, esencial para nuestra existencia. En contraste, está Mictlantecuhtli, que representa la muerte, o la interrupción del aliento.

El Cuchillo y el Momento de la Muerte
Este contraste se observa en el orificio que representa la nariz, donde aparece un cuchillo. Dicho cuchillo, presente en varias representaciones prehispánicas, señala el momento preciso de la muerte, cuando se nos "corta" el aliento vital.
El Cráneo como Símbolo Emblemático
Aunque se emplean diversos símbolos para denotar la muerte, los huesos, y en particular el cráneo, son los más emblemáticos, dada su clara identificación con la parte más distintiva del ser humano.
La Tierra como Segunda Madre: Ritos Funerarios Mesoamericanos
La perspectiva que los europeos trajeron acerca de la muerte y, en particular, del uso del cráneo como su representación, contrastaba con la visión más natural que tenían las culturas mesoamericanas.
La Escultura de Coatlicue: Una Representación Terrenal

Esta se evidencia en diversas representaciones escultóricas sobrevivientes, como la de Coatlicue, que presenta un cráneo tanto en su frente como en su parte posterior. Esta escultura representa a la tierra, la cual recoge al difunto, descomponiéndolo y utilizando sus restos para alimentarse.
El Signo Miquiztli y la Descomposición Natural
Esta idea de descomposición se refleja en muchas representaciones del signo miquiztli, donde se observan tonalidades amarillas y rojas en el cráneo, indicativos del proceso natural de descomposición.
Algunos mitos mencionan que aquellos que morían de causas naturales y se dirigían al Mictlán tardaban cuatro años en atravesar los nueve niveles del inframundo.
Escuchanos en spotify
El Viaje al Mictlán: Una Teorización Arqueológica
Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo destacado, ha teorizado que este periodo no solo simboliza los cuatro "cargadores" de los años en la tradición mesoamericana, sino que también podría representar el tiempo que un cuerpo tarda en descomponerse hasta quedar solo en huesos en condiciones naturales.
Dentro de esta cosmovisión, existía la creencia de que la tierra era una segunda madre para los humanos. Al morir, se creía que las personas regresaban a ella.

Algunos ritos funerarios incluían envolver al fallecido en un petate en posición fetal, replicando el estado intrauterino, pero esta vez retornando al "vientre" terrenal.
Sin embargo, esta no era la única práctica funeraria; no siempre se daba importancia a la conservación de los huesos. Por ejemplo, los tlatones mexicas y los caltzontzin y purépechas eran incinerados, dejando, se presume, solo cenizas.
El Bulto de Huitzilopochtli y la Cosmovisión Mesoamericana
El cráneo, símbolo de miquiztli, en ocasiones se utilizaba como medio para conectar con los ancestros y buscar su guía, especialmente a través de los bultos mortuorios.
La Muerte como Guía en la Peregrinación Azteca

En la tira de la peregrinación, observamos que al partir de Aztlan, el líder portaba un peculiar bulto en su espalda. Se cree que este emblemático bulto de Huitzilopochtli podría haber albergado huesos, y dentro de él, es plausible que reposara el cráneo de un individuo relevante entre los aztecas o incluso el mismo Huitzilopochtli. Según diversas fuentes, este conjunto de bulto y cráneo tenía la capacidad de "comunicarse" con ellos a lo largo de su travesía migratoria.
Antes de continuar hechale un ojo a nuestros Artículos Relacionados
.
La Muerte en la Cultura Mesoamericana: Más Allá del Infierno
Es importante destacar que los conceptos de muerte y sus representaciones en la cultura mesoamericana no estaban relacionados con visiones infernales ni con la figura del Dios cristiano. Lo que realmente resalta en su cosmovisión es la dualidad, donde la vida y la muerte coexisten y una puede desencadenar a la otra.
Miquiztli: El Signo de Transformación
Aunque existían inquietudes y dudas sobre el más allá y el proceso de la muerte, el signo miquiztli simbolizaba transformación. Esta transformación podía ser tanto pacífica como turbulenta. El concepto de miquiztli no está necesariamente ligado a una transformación de muerte física. Puede representar el fin de ciertos comportamientos o actitudes que elegimos dejar atrás para dar paso a algo nuevo.
El Cráneo como Símbolo de Cambio
La mera presencia de un cráneo no necesariamente indica una muerte o transformación física. En la cultura mesoamericana, podía señalar transformaciones en cualquier ámbito, como el fin de una relación, la pérdida de un empleo, o incluso superar un vicio. Es una representación de cambios, de ciclos que terminan y comienzan.

Miquiztli y la Dualidad Vida-Muerte en la Cosmovisión Mexica
Veintenas de Reflexión
Dentro del calendario mexica, existen dos veintenas dedicadas a la celebración de la muerte: una conocida como la fiesta de la pequeña muerte y la otra como la fiesta de la gran muerte. Estas celebraciones, más auténticas y arraigadas que el moderno Día de Muertos, servían para conmemorar a la muerte y honrar a los ancestros. La pequeña muerte puede ser vista como una metáfora del sueño, esa "muerte temporal" que vivimos diariamente, en contraposición a la gran muerte de la que no despertamos.
Las Deidades y la Transformación:
El Códice Borgia nos muestra otra dimensión de esta dualidad. Allí, la entidad que representa el signo de la muerte en su forma femenina es Tecuciztecatl. Para contextualizar, recordemos la leyenda de los soles de Teotihuacán: dos deidades, Nanahuatzin y Tecuciztecatl, se ofrecieron para crear el sol y la luna de la quinta era. Mientras Nanahuatzin no dudó y se convirtió en el sol, Tecuciztecatl, por temor, se convirtió en la luna. Aunque originalmente era masculino, su transformación en luna le dio un aspecto femenino. Esta metamorfosis ejemplifica cómo la muerte puede traer consigo un cambio, una nueva identidad.
Destino Postmortem en la Tradición Mexica:
A diferencia de concepciones modernas, como se muestra en películas donde la muerte persigue sin piedad, en la cosmovisión prehispánica, la muerte no determinaba el destino de cada alma. Los mexicas creían que el tipo de muerte determinaba si el alma acompañaría al sol, iría al Mictlán o al Tlalocan. Las principales deidades del Mictlán no influían en estas decisiones; su función era presidir el Mictlán y proteger los huesos que allí yacían.
Miquiztli: Reflexiones Finales
En resumen, Miquiztli, el cráneo, simboliza la muerte en la cultura mexica. Si bien puede ser temido, al mirarlo desde una perspectiva libre de influencias europeas, nos habla de procesos naturales y transformaciones que todos enfrentamos. Estas "muertes" o cambios son inevitables, y cómo los enfrentamos define nuestro paso por la vida.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Miquiztli: Una Mirada a la Muerte Prehispánica puedes visitar la categoría Religión y creencias.
Deja una respuesta